¿Voto de conciencia es igual a voto responsable?

Los números de la democracia: Los votos de conciencia privada versus los votos de conciencia colectiva“Guía didáctica II  o reflexiones para votar por la democracia y sin remordimientos”.

**Requisito indispensable para leer y entender este artículo, es considerar la democracia como un requisito indispensable para la vida de un país. Si no, ni se moleste en leerlo.

Sí, no es bonito votar haciendo ecuaciones. Es mucho más reconfortante y uno se siente tranquilo consigo mismo si vota por quien concientemente, en su fuero más íntimo, se considera la mejor opción según los valores que cada cual estima.

Eso parece ser intuitivamente lo correcto. Mientras que hacer sumas y restas y fijarse en porcentajes para decidir el voto, suena más bien a utilitarismo, a traición de conciencia, a acomodo.

Le he dado muchas vueltas a este asunto porque siempre he creído que el fin no debe justificar los medios. Es decir, si el fin es la democracia, no parece aceptable que a ella se acceda de cualquier manera. Pero he llegado a la conclusión que esa es una forma errada de plantear el problema, una forma engañosa de abordar lo que acá está en juego.

Primero porque no se trata de acceder a la democracia de forma ilegal, sino absolutamente lícita, a través de sus propias reglas de juego: el voto libre, por tanto el medio (el voto libre) para el fin (la democracia), está legal y moralmente garantizado. Ojo que por voto libre me refiero a la libertad de elección, no me refiero en este caso al voto voluntario o no obligado por multa, sino a la libertad que tenemos para ejercerlo por quien cada cual convenga.

Pero aún nos queda otro problema: ¿Cuánta libertad en realidad tengo para elegir a quien me da la gana? ¿Debo cambiar mi voto del candidato A (mi preferido) al candidato B (no es mi favorito pero en casos extremos podría votar por él) sólo porque A no tiene la posibilidad de ganar y si no voto por B, el candidato C (por quien nunca votaría porque representa lo que considero un retroceso para el país) tendría la mayor opción de terminar gobernándonos? Y si así lo decidiera ¿no sería acaso eso perder un grado de libertad para ejercer mi voto? ¿Debo cambiar mi voto por alguien que no creo que lo haría mejor que quien yo había pensado sólo porque ese no tiene la posibilidad de ganar pero además porque mi voto por mi favorito le podría dar la victoria a una opción, para mi inaceptable?

En situaciones regulares, es decir: cuando todos los candidatos representan un modelo político democrático, parece lo más sensato y ético votar por quien la conciencia privada me dicta, aún cuando sepa que mi voto no hará ganar a mi candidato porque no le alcanza. Pero si el escenario que se nos presenta es uno en el que no todos los candidatos son garantía de democracia, y peor aún, son justamente aquellos que no garantizan democracia los que tienen mayores opciones de ser gobierno, me vuelvo a preguntar ¿en estas situaciones especiales es ético no votar por mi candidato preferido pero votar por otro que aunque no es mi favorito es pro-democracia y a la vez el que tienemayor posibilidad de pelear la presidencia contra los antidemocráticos o de tendencia incierta?

En ese escenario especial, ¿debo preocuparme más por si los candidatos son de izquierda, derecha, centro o por si son garantía de democracia? Creo que en estos casos particulares, el lugar en el espectro democrático: izquierda, derecha, centro etc. pasa a un segundo plano porque la prioridad debe ocuparla algo que a mi parecer es requisito indispensable para la marcha de un país: la democracia.

Porque más allá de la tendencia que representen dentro de ella (de la democracia), más allá de las cualidades o defectos personales de los candidatos, de sus posiciones más o menos duras o sensibles con respecto a las inversiones, a los problemas sociales, medioambientales etc., si nos quitan la democracia, nos quitan lo esencial para una convivencia.Si nos quitan las libertades individuales, los derechos fundamentales y humanos, las reglas de juego convenidas, si nos quitan voz, habremos perdido todos. Cualquiera sea la tendencia o inclinación de los candidatos democráticos en carrera, mientras aseguren gobernar dentro del marco democrático, estaremos seguros de poder fiscalizarlos, denunciarlos, disentir y hacer escuchar nuestros reclamos por sus yerros, por sus desaciertos etc., algo que sin democracia será imposible. La democracia es condición de posibilidad de todo lo demás.

Entonces, si mi voto de conciencia personal puede terminar poniendo en riesgo la democracia, creo que el planteamiento ya no es si debo votar por quien íntimamente creo que es el mejor, sino por quien va a ayudar, en la ecuación final, a garantizar que la democracia no se suspenda. En ese momento creo que hay que dejar de pensar SOLAMENTE en nuestra elección ideal personal y pasar a considerar un voto que no es sólo para mi, sino para el país.

Y es que puesto y computado en la realidad si mi voto de conciencia personal se va a diluir para favorecer un gobierno que no nos garantiza seguir en democracia ¿me sentiré luego responsable de no haber sacrificado mi gusto personal para defender una opción democrática? ¿Sentiré luego, cuando ya no tengamos democracia ni opción de levantar la voz y reclamar que no debí haberle dado la oportunidad a un gobierno antidemocrático o de incertidumbre democrática?

Si tu respuesta hasta acá es que no sentirás remordimiento alguno si esto sucede, puedes dejar de leer el resto del artículo pues quedaría claro algunas de las siguientes:

A) Que votar por alguno de los candidatos demócratas, que no es el tuyo, francamente te resulta tan repelente y tan en contra de todos tus principios, que prefieres que nos caiga encima una dictadura o la incertidumbre. Y estás en tu derecho.

B) Que no consideras que mantener la democracia sea más importante que elegir a quien tu consideras podría ser el mejor presidente para los peruanos. Y estás en tu derecho.

C) Que no consideras la democracia tan importante. Punto. Y estás en tu derecho.

D) Que no te importa lo que digan las cifras, que sólo te importa cumplir con tu conciencia privada, que la conciencia colectiva no tiene por qué ser un factor para que votes, que el voto es personal y no es para que el Perú esté mejor sino para que tú votes por quien mejor te parece aunque eso comprometa el futuro del colectivo. Y estás en tu derecho.

E) Que no consideras que los que yo considero un peligro para la democracia, realmente lo sean. Y estás en tu derecho.

F) Que te molesta mucho que las matemáticas y las ecuaciones te obliguen a votar por alguien que no es tu primera opción, que eso para ti significa la pérdida de algún grado de libertad para ejercer tu voto aunque la realidad luego nos imponga a todos la pérdida de muchos grados de libertad si sale un antidemócrata. No harás una concesión por el bien común y mayor porque tienes todo el derecho a ejercer tu libertad personal. Y estás en todo tu derecho.

Ojo, cuando hablo de concesión, de priorizar el voto de conciencia colectiva en favor a la democracia, no estoy diciendo que uno tiene que claudicar de sus principios o dejar de aplicar los criterios de valores propios, sino que hay que hacer una evaluación de prioridades de los propios valores, no renunciar evidentemente a ellos, eso sería absolutamente contra ético, sino cambiar el orden de prioridades: primero mi valoración del país y sus posibilidades y luego mi valoración personal.

Para quienes consideran que lo que digo hasta ahora tiene algún sentido, aquí algunos preguntas puntuales que resumen estas reflexiones y que pueden ayudarte a aclararte las cosas:

a) Si voto por esa persona con la que más me identifico: ¿Ayudará ese voto a que esos valores que yo veo en esa persona estén presentes en el país los próximos cinco años?

b) Si voto por esa persona con la que yo me identifico pero que no tiene ninguna posibilidad de llegar a ser gobierno ¿podría estar favoreciendo a una opción que no representa el respeto a la democracia? ¿Mi voto de conciencia podría ayudar a que perdamos ese requisito sine qua non para una mínima convivencia civilizada?

c) Si voto por mi candidato porque, entre otras cosas, creo que la democracia es un requisito indispensable para lograr mejores cosas en el país, y mi candidato preferido es demócrata, pero mi voto va a terminar diluyéndose y empujando una opción de gobierno que no representa democracia ¿todavía puedo votar con la conciencia tranquila?A eso me refería con una situación anormal: si mi voto de conciencia fuera a ser un voto perdido para mi candidato pero ganado en convicción, parece lo correcto votar a conciencia solamente.

Porque aunque mi voto se pierda para mi candidato, no significará pérdida de democracia si los otros candidatos con mayor opción también son democráticos. Pero si mi voto de conciencia va perdido a mi candidato, pero ADEMAS significa que va a favorecer finalmente a que una opción no democrática gobierne ¿debo aún votar solo con conciencia privada o debería ejercer y asumir la conciencia colectiva?

La conciencia colectiva o comunitaria sería aquella que intenta ya no pensar solamente en uno mismo, la ética privada, nuestros hijos y el propio futuro, sino que ampliaría el abanico, agrandaría el círculo de beneficiados para incluir a un grupo más grande: el país y sus posibilidades.Pensaría tanto como en su bien privado, en el bien común y el futuro de la mayoría de peruanos. El voto de conciencia comunitaria es el que también piensa en la importancia de preservar las condiciones mínimas de reglas de juego para que un país no se vaya al demonio: o sea, la democracia.

Aunque la democracia por sí misma no nos asegura solución a nuestros problemas sociales, sí es una herramienta indispensable para que la posibilidad de solución exista. La posibilidad, ojo, no la solución. Para quienes rechazan estos argumentos porque creen que democracia es sinónimo de paraíso automático, lean más abajo sobre esto: las soluciones de nuestros problemas no dependen de la democracia sino de muchos otros factores pero que sin democracia, jamás serían posibles de empezar a solucionar de verdad y de manera sostenida.

Pero uno puede seguir preguntándose si cambiar su voto por el bien común significa i)acomodarse, ii)traicionar la propia conciencia, iii)justificar el medio por el fin.Yo creo que no.

i)Por qué creo que no es acomodoPorque si voto por otro que no es mi preferido pero que asegura la democracia, solo sería acomodarse si el cambiar mi voto significara que YO obtendría egoístamente un beneficio personal. Pero todo lo contrario, cambiar mi voto en un caso como este, más que un beneficio personal sería un SACRIFICIO personal en favor de un beneficio colectivo.

ii) Por qué creo que no es traición:Ciertamente, votar por quien no es mi favorito pero asegura la democracia, significa que no puedo ejercer mi voto con toda la libertad que quisiera, he perdido grados de libertad pero porque YO elijo hacerlo así (o sea, tengo la libertad incluso de automutilarme cierto grado de libertad) y eso incomoda, lo entiendo. Pero si mi razonamiento es que mediante esa pequeña pérdida de libertad personal voy a lograr o ayudar a asegurar una mayor libertad para todos (incluyéndome) los próximos cinco años, en lugar de verlo como una traición a mi conciencia personal, lo veo como una concesión personal en favor del bien común, del bien mayor, de las posibilidades del país, de todos en realidad, hasta de los que piensan que sin democracia vamos a estar mejor o que no es tan malo vivir sin democracia.

iii) ¿Y qué hay con justificar los medios para lograr un fin?Sabemos que esa forma de pensamiento puede llevar a todo tipo de perversidades. Y hacer una concesión de mi conciencia personal a una colectiva puede ser visto como un medio para justificar el fin que en este caso sería la democracia. Entonces, ¿por qué esa concesión no es un medio para justificar un fin? Porque para empezar, los supuestos medios que estoy utilizando también son democráticos, es decir, no estoy utilizando ni la ilegalidad, ni la inmoralidad sino mi derecho democrático y libre para lograr ese fin, estoy simplemente ejerciendo mi propia libertad de elegir según un criterio más amplio de beneficio para todos, y no sólo de satisfacción personal.

Es una elección, que de hacerla, emana de mi propia voluntad, de mi propio desprendimiento, de mi propia libertad de hacerlo o no. Pero además, no sólo el supuesto fin -en este caso la democracia- sería lo más conveniente para todos, sino que en la propia elección del voto de conciencia colectiva en lugar del voto exclusivamente de conciencia personal, estoy ejerciendo la misma libertad que emana de un sistema democrático: es decir, esa concesión NO ES UN MEDIO, es parte del fin mismo, es parte de la democracia, ESTA DENTRO DE ELLA.

Por eso decía al comienzo de este texto que era una forma errada y engañosa de plantear el problema porque democracia y voto libre se implican y necesitan mutuamente. Sin voto libre no hay democracia, sin democracia no hay voto libre.Claro, uno podría decir que los votos son un medio para llegar a la democracia, sí, pero son su medio “natural” para llegar a ella. Las perversiones, abusos e inmoralidades suceden cuando los medios para llegar a un fin son ilícitos, no éticos, no democráticos. Si los medios no colisionan con la ley, con la moral y si no lesionan ningún derecho, entonces son medios deseables porque son más bien pasos lógicos para lograr el fin. No son medios artificiales, ilegales y repudiables para lograr un supuesto buen fin, como a algunos les gusta argumentar para justificar atrocidades para lograr un supuesto buen  fin como “necesarias” o “daños colaterales”  que les gusta calificar de “ineludibles”.

DEMOCRACIA Y MODELO ECONOMICO

Todo lo anterior puede aplicar para quienes creemos que la democracia, a falta de un sistema mejor, es la condición mínima de posibilidad de mejor existencia para todos. Hay quienes creen que no lo es, y es su derecho.

Pero también hay quienes confunden democracia con modelo económico. Quienes dicen: no me importa la democracia porque miren como estamos con ella. Esas personas están confundiendo democracia con modelo económico. Que tienen sus intersecciones, sí, pero que no son lo mismo ni vienen necesariamente juntas en un paquete. Porque la democracia implica reglas de juego sobre el respeto y los derechos a muchas cosas con las que tenemos que lidiar en un país, incluido el tema económico, pero la democracia no es el modelo económico.

Tanto así no son la misma cosa que el modelo económico puede incluso llegar a lesionar principios democráticos y de convivencia. Esto es, si se convierte en un sistema que no reporta el beneficio mayor para la mayor cantidad de personas. Un modelo económico brutalmente capitalista, por ejemplo, que deja a los menos favorecidos fuera del juego es perverso.
Un modelo económico que intenta plantearse como: las oportunidades están allí para quienes quieran tomarlas, pero no toma en cuenta que vivimos en un país en el que ni siquiera la mitad de sus ciudadanos tienen posibilidad de acceso a ESAS OPORTUNIDADES, entonces ese modelo no parece muy justo, ni muy libertario, ni muy solidario, sino más bien exclusivo, abusivo y excluyente. Pero eso NO es la democracia. Eso es un modelo que suele venir de la mano, es cierto, con algunas democracias. Pero el modelo económico NO ES la democracia. Y en una democracia el modelo económico PUEDE cambiarse. La democracia lo permite perfectamente (el cambio) y la democracia lo guía (el cambio) para que esté garantizado y dure.

Entonces no confundamos. Si hay un candidato que propone cambiar el modelo económico, esto es algo debatible, discutible, algunos creen que sí conviene y es justo en un país tan desigual como el nuestro otros lo ven como amenaza o como un peligro latente. Pero cambiar el modelo económico, modificarlo etc., no significa NECESARIAMENTE no ser democrático.
Una modificación del modelo puede ser positiva para beneficiar a más personas, el asunto es que esa modificación, ese cambio TENDRIA QUE HACERSE USANDO LAS REGLAS DE RESPETO Y LIBERTADES QUE LA DEMOCRACIA PROPUGNA. Si ese cambio de modelo económico se hace dentro de reglas democráticas, funciona. Es lo que las izquierdas democráticas en el mundo contemporáneo han entendido e impulsado.

Claro, al de derecha radical le asusta, le repele. Pero que no por ello traten de confundirnos al decir que si se cambia el modelo se acaba la democracia. No es así, siempre que ese cambio de modelo se haga dentro de las reglas democráticas, siguiendo los procedimientos de respeto, libertad, propiedad etc. que la democracia tutela. No con expropiaciones antojadizas y arbitrarias, ni con imposiciones, abusos (para arriba o para abajo), no con arbitrariedad sino que debe hacerse con sustento social, con sustento económico y sobre todo con respeto a los derechos y libertades.

Entonces, si ese candidato que propone cambiar el modelo promete hacerlo en democracia: ¡Bienvenido! A mi parecer, todos ganaremos. Los que ahora ganan más con este modelo quizás pasen a ganar un poco menos, pero si todo se hace en democracia al final del proceso ganamos todos.

Pero si ese candidato que propone el cambio de modelo NO pretende hacerlo en democracia sino de manera dictatorial, pasando por encima de las instituciones, procesos, derechos y libertades, entonces NO es un cambio deseable. Porque quizás funcione temporalmente para que los menos privilegiados se sientan atendidos, pero a la larga, sin un buen sustento económico para esos cambios, sin sustento social y atropellando derechos, sólo creerá desilusión en aquellos mismos que quiso beneficiar porque esos beneficios corren el riesgo no poder sustentarse económicamente si no se hace con estudios de los recursos, los costos y beneficios; o corren el riesgo de no poder sostenerse socialmente si el cambio es sólo cosmético y no es acompañado de capacitación, educación, créditos, etc. (como con Velasco) y no podrá sostenerse políticamente si sólo se busca imponer atropellando derechos, propiedades y libertades, porque el ruido político será incesante y la oposición será un dolor de cabeza y un freno.

Entonces, cambio de modelo no es antidemocrático si se hace con reglas de juego democráticas. ¿Será eso lo que pretende el candidato Humala? Eso sería una excelente noticia para muchos. Pero el problema, a mi parecer, es que no existe la suficiente confianza, el suficiente convencimiento de que será efectivamente en el marco de la democracia. No está fuera de toda duda que lo hará en democracia. Y esa es una duda importante, porque si le creemos y resulta que nos equivocamos, será demasiado tarde para el país y para la democracia.

¿PERO SI LA DEMOCRACIA NOS HA LLEVADO A ESTA SITUACION PORQUE LA QUERRIAMOS MANTENER?

También hay que atender a quienes no entienden por qué algunos defendemos la democracia cuando es justamente en democracia que han continuado las inequidades, corrupción, abusos, pobreza, exclusión. Esa es una forma errada de entender qué es y para qué nos sirve la democracia. ¿Por qué?

Por las siguientes razones:I) La democracia por sí misma no es soulucionadora de problemas, es sólo un marco de reglas mínimas de convivencia y respeto al otro. Esa es su propuesta teórica. El problema es que depende de quién gobierne: cuánto de estas reglas mínimas y respetos se promueven. La democracia NO ES respeto, derechos, inclusión, justicia por SI MISMA. Es sólo un SISTEMA que puede permitir que todo eso pueda darse en mayor o menor medida dependiendo de cuánto trabajamos todos en ayudar a que eso suceda: el gobierno, los poderes que deberían equilibrarlo: judicial, legislativo, la prensa, la sociedad.
La virtud de la democracia es que nos de la posibilidad de ejercer el bien común, de hacer que lo bueno para todos suceda. Pero que ello suceda depende de quiénes, cómo y cuánto trabajemos para lograrlo. La historia nos muestra que la corrupción, la indolencia y los abusos también se dan en democracia pero por lo menos, si existe la democracia en nuestros país, habrá más formas y posibilidades de denunciar esos abusos, de reclamar por esa indolencia, de desnudar la corrupción.

Sin democracia, y lo sabemos los que lo hemos vivido: los poderes que se deben equilibrar se vuelven mudos por miedo, chantaje o corrupción. Y los pocos que se atreven a denunciar abusos e injusticias, son perseguidos, amenazados, ridiculizados, desautorizados, amedrentados y hasta ejecutados extrajudicialmente.

Haciendo una analogía con el fútbol: la democracia no es el trofeo del campeonato, la democracia son las reglas del juego para que nosotros en la cancha hagamos goles o perdamos miserablemente. Depende de nosotros, pero en democracia, todos: los equipos, el árbitro, hinchada, prensa etc. tienen que respetar las reglas que todos hemos convenido para jugar:, los jueces de línea, la barra, la crítica, la prensa etc., todas reglas que ayudan a garantizar un cierto equilibrio que no lleve al árbitro (o presidente) a actuar sin más razones que las suyas.

O sea, en democracia tenemos reglas convenidas de grados de libertad y de respeto al individuo y a sus derechos que nos permiten un montón de cosas buenas, si trabajamos para ellas. Por sí mismas, las reglas de juego no nos harán ganar el trofeo. Por sí misma la democracia y sus reglas no solucionarán nuestros problemas, pero sí lo permitirá, lo posibilitará. Es la experiencia, el juego en equipo, el elegir a los más hábiles, el esfuerzo conjunto y la vigilancia del orden y las reglas las que nos permitirán los triunfos.

Sin democracia, el árbitro cambiaría las reglas para favorece a quien le provoque sin tomar en cuenta los otros factores: los jueces de línea, etc. En dictadura o autocracia el árbitro es un rey absoluto que ejerce su poder no en base al consenso, sino a la fuerza, expresada en grado último por las armas de las que dispone. En democracia, el árbitro es un funcionaro público que tiene la última palabra (como sucede con el presidente en el gobierno) pero siempre y cuando tome en cuenta las reglas y a los demás.
II) La democracia está viva, somos tu, yo, las instituciones, los ciudadanos, los políticos, todos. Las reglas están allí, ya hemos convenido en ellas, pero solo se pueden ejecutar si nosotros lo hacemos. Cualquier cosa que querramos lograr, fuera de la democracia será imposible. En una dictadura o autocracia, nada se puede hacer si no coincide con lo que el gobernante quiere o decide unilateralmente. En una autocracia la voz del pueblo no existe más que cuando se necesitan sus votos para avalar la careta de democracia. Y por voz del pueblo me refiero a todos, no solo a los menos beneficiados, o a los más. A todos.

III) El modelo No democrático no es ninguna novedad. La historia de otros países en los que se ha aplicado nos muestra que en el largo plazo (a veces hasta en el mediano plazo) no funciona. Quizás funcione en el corto plazo para equilibrar un poco las desigualdades y beneficios, pero a la larga se convertirá en un dictado de lo que quiere, piensa y cree el gobernante y de lo que le conviene a él y a su gente. No es invento o una hipótesis, revisemos la historia de países con estos modelos. La nuestra reciente con el fujimontesinismo.

IV) El autócrata o dictador suele empezar con muy buenas intenciones: hacer justicia para los más necesitados, darle oportunidades a los que siempre les fueron negadas, repartir mejor las riquezas del país. Pero desafortuadamente termina convirtiéndose en un sistema tan injusto como el que empezó combatiendo. Porque el poder corrompe y el poder absoluto más.
Un gobernante con poderes absolutos ya no escucha, ya no respeta, termina gobernando principalmente para quedarse en el poder, termina usando el gobierno para mejorar su propia situación económica y la de sus allegados a costa del resto.Y es que  van entrando en un espiral de querer más y más poder y de hacer lo que sea necesario para que nadie detenga su apetito. Así funciona la psicología de los dictadores o autócratas y por eso se van volviendo cada vez más corruptos y van pisando cada vez más derechos y eliminando libertades. Esto no es un invento ni una hipótesis, está escrito en la historia de muchos países, tiene explicación psicológica estudiada y documentada.

Claro, muchos podrán decir que esto también puede suceder en una democracia: sí, sucede en diferentes grados y el gobernante puede alcanzar algún grado de control de algunos funcionarios, de algunos políticos, de algunos periodistas, de algunos jueces, pero no de todos, y lo más importante, mientras se está en democracia EXISTE LA POSIBILIDAD de descubrirlos, denunciarlos y enjuiciarlos. En una autocracia o dictadura ESO ES CASI IMPOSIBLE. Y otra vez, esto fácilmente comprobable en la historia.
Entonces, la democracia no es mala o poco efectiva porque no ha resuelto nuestros problemas e país, somos nosotros los que no hemos resuelto esos problemas. Un gobierno NO democrático tampoco los va a resolver. Quizás temporalmente parezca hacerlo pero luego se comienzan a acumular tantas arbitrariedades y trasgresiones de derechos y corrupción, que finalmente se caerá.
En democracia podemos avanzar si nos lo proponemos y podemos fiscalizar, denunciar, sancionar si nos lo proponemos.También podemos no hacer mucho o nada y dejar que la democracia pierda su valor y potencial. En un gobierno dictatorial, aunque parezca que avancemos, estaremos retrocediendo porque ante el atropello, la corrupción y la transgresión con la que se mueve ese supuesto avance, será casi imposible fiscalizar, denunciar, sancionar, aunque nos lo propongamos.

En una dictadura, cuando el dictador cae, el país entra en una gran crisis. En un país democrático las instituciones siempre se sostienen, así su gobernante cometa errores en su gestión o tenga que abandonar el cargo.Por eso, entre otras cosas, este 10 de  abril, y resumiendo todo lo expuesto, yo voy a votar con conciencia y responsabilidad social:

ESCENARIO UNO: Si alguno de los demócratas aún tiene chance de entrar a la segunda vuelta

1) Con conciencia comunitaria y libre elección.
2) Por quien represente de manera probada la democracia pero al mismo tiempo tenga la mayor opción de ir a la segunda vuelta (Toledo o PPK o LCL).
3) No votaré por la persona sino por la POSIBILIDAD DE DEMOCRACIA. Sin democracia, ni la mejor idea se sostiene.

ESCENARIO DOS: Si ninguno de los demócratas tiene chance de entrar a segunda vuelta solo

1) Esperando que declinen de sus aspiraciones personales y se unan en un frente en pro de asegurar la democracia

ESCENARIO TRES:

1) Entre la dictadura/autocracia probada y la izquierda de incertidumbre democrática, votaría mil veces por la incertidumbre antes que por la certeza de la corrupción, el atropello a los derechos y el caos.

2) Vigilancia y fiscalización desde la sociedad civil para que respete los derechos y libertades democráticas

ESCENARIO CUATRO:

1) De volver la dictadura, armarse de paciencia, valor y por supuesto, dentro de los cánones democráticos, impedir que vuelvan a destrozar el país.

By claudiacisneros

Periodista y comunicadora con estudios en sexualidad y género. www.femlatam.org

12 comments

  1. ESCENARIO CINCO: Que el candidato de la dictadura/autocracia, renuncie sabiendo la polarización que crearía.

  2. en el escenario 3 votaría viciado y sí apuesto por la vigilancia y ficalización y por salir a la calle a manifestar fuerte

  3. Es curioso que luego de un largo proceso electoral tu articulo sea el único que trata sobre la Democracia. Es curioso porque en el Perú no existe ninguna vocación por educar a los peruanos en lo que es la Democracia. Todos, políticos, medios, empresarios, dirigentes, etc., quieren servirse de ella pero nadie quiere explicarle al pueblo peruano que es la Democracia así como cuales son sus virtudes y defectos.
    La Democracia no es un sistema perfecto; por el contrario es sumamente imperfecto. La Democracia es sin embargo, con todos sus defectos, el mejor sistema que conocemos para proteger aquello que es la esencia y razón de existir de la Democracia; “la libertad individual”.
    Cuando defendemos la Democracia y/o decidimos por quien votar lo que estamos haciendo es protegiendo nuestro derecho inalienable a la “libertad individual”. Libertad que nos fuera concedida por nuestro creador, cualquiera consideremos que este sea, y no por el Estado y/o la constitución.
    “Libertad Individual” que hemos acordado tiene como limite la “Libertad Individual” de las otras personas que han decidido convivir en sociedad. Eso es lo que defiende la Democracia y es por ello que la misma ha adoptado una organización como la de poderes independientes y sistema judicial. Esto no para facilitar la labor del estado sino para proteger a los ciudadanos del abuso por parte del poder o particulares.
    Mientras no entendamos esto no vamos a considerar urgente organizar estas instituciones para que funcionen eficientemente y por tanto la promesa de una sociedad libre en donde todos tienen los mismos derechos va a ser una ilusión.
    Para ello es preciso que no se engane al pueblo y se le incentive a creer en un estereotipo irreal de Democracia. La Democracia es un sistema complicado, difícil e inclusive peligroso y por tanto hay que estar permanentemente alerta para que no se corrompa y mas aun hay que mejorarla constantemente para que funcione.
    Aunque parezca increíble, los denominados padres de la patria Americana y los que le dieron a ese país su Acta de Independencia y su primera Constitución, eran perfectamente conscientes de las limitaciones y riesgos que planteaba la Democracia porque habían estudiado la historia de la misma en Grecia y Roma.
    En ese sentido, algunos de los comentarios de estos padres de la patria Americana son bastante elocuentes.
    John Adams: “La Democracia…. mientras dura, es mas sanguinaria que tanto la aristocracia como la monarquía. Recuerden, la democracia nunca dura mucho. En poco tiempo se desperdicia, se desgasta y se asesina a si misma. Nunca ha existido una democracia que no haya cometido suicidio”.
    “La Libertad no se puede preservar si la gente no tiene un conocimiento general de ella.”
    Thomas Jefferson: “Que maquina mas estupenda e incomprensible es el hombre! Quien puede sufrir labor extenuante, hambre, flagelo, prisión y hasta la misma muerte para vindicar su propia libertad y un momento después … infligir en sus similares un sufrimiento tal que una sola hora del mismo esta mas cargado de miseria que anos de la miseria contra la que se levanto en rebelión.”
    “Nuestra Libertad depende de la libertad de prensa y esta no se puede limitar sin que se pierda.”
    Lo complicado no es la Democracia sino los seres humanos y es por ello que hay que estar permanentemente alerta y trabajando así como perfeccionado la Democracia para que funcione.
    De tal forma, el voto de conciencia es el voto que protege la Democracia y a partir de ello nuestra “Libertad Individual”. Con Libertad se puede trabajar para mejorar y corregir los errores de nuestra Democracia; sin libertad solo existe autoritarismo y sometimiento.
    Disculpa lo largo del comentario.. no volveré a abusar de tu gentileza.

  4. Acabo de despejar,mis ideas aun,mas ya lo venia pensando!No votare por un candidato, Votare porque mi Pais siga avanzando!

  5. Gracias por la valentía de expresar tantas ideas en pro del país y su sistema democrático.

    Sin embargo hay varias cosas que debemos reconsiderar para hablar de democracia en el Perú y del sistema electoral que permita que nuestra democracia sobreviva:

    (1) debemos eliminar la reelección, si así fuera no habríamos tenido que elegir entre AGP y Humala el 2006 y no tendríamos a candidatos como Toledo que “por una agenda pendiente” desean retornar al poder.

    (2) los intereses personales le hacen daño a la democracia, por supuesto AGP jamás querrá volver a la constitución del ´79 ( con el cuento del modelo económico ) porque ésta no permite la reelección. Y sin embargo “democráticamente” tratará el 2016 ser 3 veces presidente del país.

    (3) cómo hablamos de democracia, cuando se forman alianzas, sancochados, vientres de alquiler llamados partidos ? hasta cuándo ?

    (4) cómo terminamos -elección tras elección – con 10 a 13 candidatos presidenciales ? cuándo tendremos partidos políticos que sustenten una ideología, una organización, planes, metas ? cuándo se exigirá este requisito ?

    (5) cuándo impediremos el transfuguismo y otras faltas a la ética por parte de los candidatos ?

    creo que debemos considerar seriamente eliminar la reelección en el Perú. no implica volver a la constitución del ’79, pero cómo se vive bajo el amparo de una constitución que nació de un autogolpe y el cierre arbitrario del congreso … el fin justifica los medios ?

    son muchas cosas para comentar pero no puedo abusar de su tiempo.

    saludos

    1. Estoy totalmente de acuerdo con Ud. Sr. gallegos. No debe existir reelección por mas de un periodo inmediato porque por mas eficiente y buena que pueda ser la gestión de un Presidente siempre hay alguien mas joven que es mejor.

  6. ESCENARIO SEIS: viciar/anular voto en segunda vuelta (en proporciones nunca antes vistas, ni siquiera las del 2000 cuando Fujomori y Toledo en segunda vuelta) y hacer sentir que los Democratas, aunque desunidos, son mayoria. Esto abre la posibilidad de algunos otros escenarios.

  7. Confiando en que la generosidad de Claudia permita este reiterado abuso de confianza les dejo un “enlace” al articulo que escribiera hace ya un buen tiempo con motivo de las modificaciones a la constitucion bolivariana que trato de introducir el satrapa Venezolano.

    Este articulo contiene algunas reflexiones interesantes sobre la Democracia y aunque el mismo fue escrito originalmente en Ingles tambien publique una version en castellano en la bitacora Chapeau Noir
    .

    Ojala Claudia se anime a escribir muchos articulos sobre la Democracia ya que en el Peru necesitamos urgentemente educar a nuestro pueblo en ella y sobretodo explicarle el derecho inalienable que tiene cada persona a la “libertad Individual” y porque es tan importante defender ese derecho.

    Derecho que es socavado con la promocion de conceptos maliciosos como “el pueblo organizado en instituciones representativas”, “organizaciones de bases”, etc.que tienen por objetivo hacer creer a la gente que la libertad es un derecho colectivo y no individual.

    Mas aun, ojala Claudia se animara a realizar un programa de television bajo el nombre”Nosotros… el pueblo” que se dedique a educar y discutir sobre la Democracia.

  8. olvidaba mencionar algo muy importante

    Para que la democracia en nuestro país realmente funcione debe estar resguardada por un Poder Judicial probo y recto, mientras esto no ocurra y los derechos del ciudadano de a pie sean pisoteados por cualquiera con más poder (el Estado mismo, las empresas, p.ej ) … entonces muchas de las personas actualmente víctimas del abuso y la injusticia recurrirán a una figura autoritaria cuando surja la oportunidad cada 5 años, en la idea de verse respaldados en su deseo de revancha.

    saludos.

    DRJEGC.

    1. El poder judicial es la piedra de toque sobre la que se apoya la Democracia. Sin un Poder Judicial independiente y eficiente no existe posibilidad de contar con una Democracia efectiva y ciertamente no existe la posibilidad de construir una sociedad justa y igualitaria donde todos tienen los mismos derechos.

  9. Muy interesante. Debería ser un manual rápido (lo digo sin ningun tipo de ironía) llamado “Democracy and elections for dummies”. Muchos peruanos no entienden lo que significa pensar el pais en aras de un beneficio colectivo, siempre nos preocupamos solo de nuestra chacrita y no vemos el bosque con amplitud.

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